Guardia nocturna de los actores

Sileno Borracho apoyado en los Sátiros, por Anthony van Dyck, 1620

«Los gatos salvajes se juntarán con hienas 
y un sátiro llamará al otro; también allí 
reposará Lilit y en él encontrará descanso».

Isaías 34:14 (Biblia de Jerusalén) 


Se ha abierto el telón de la azotea: aparecen comediantes
danzando con gatos, entonan la canción de Lilit,
en cada nota el viento festeja los espectadores,
los que allí contemplan los encogimientos peludos,
la atmósfera humectante, los gruñidos y zarpazos,
sienten como se le viene encima las luces y la puesta en escena.
Todo el público soy yo.
Aquel que despierta en el espejo en medio de multitudes de asientos acorchados
de vino y reclinables por si acaso los actores dubitativos
quisieran alojarse detrás de mis ojos.
Inesperadamente ella emerge del entarimado
como de las profundidades a comerse los gatos y los fetos,
a pedirme que eyacule involuntariamente en este sueño
que se acorta, se alarga.
Pretenciosa se preña infinita,
un largometraje donde los sátiros inmolan aves
y se tragan las representaciones de ángeles demonios.
Soy tu igual, me dice en gestos lascivos,
por qué debo permanecer debajo si puedo estar encima.
Fui creada del sexo de DIOS y por proporción tengo el mismo derecho.
Entonces me deja desierto, parónimo con deseo súcubo.
Lilit atrapa la noche y me la muestra en su vulva luz,
solo me la muestra, no deja que toque el nácar dulce de las estrellas.
Todos los recién nacidos soy yo.
El telón se va cerrando en lentitud de babosas,
las tinieblas van poblando la muchedumbre que ha quedado boquiabierta
por la interpretación de Laila,
los aplausos y ovaciones concurren,
sale con prisa fenomenológica, desnuda,
se inclina, llueven los silbidos, se inclina una y otra vez,
llueven ojos, el rito de la sangre, el público lanza flores, un dedo,
una fuente de semen, una pierna, muchas cabezas, un pubis,
penes erectos contorsionándose, un disparo, el relámpago azul
de los pájaros que picotean la noche vientre de las estatuas.

Augusto Bueno  


Del libro inédito Psicodelia (y otros poemas para blasfemar imágenes a contraluz)

Comentarios

Entradas populares